Tu ausencia provoca desconsuelo,
una gran constricción, un salto al vacío,
sin tu sonrisa, sólo queda hastío,
qué amargor me produce el duelo.
Sin tu presencia estoy sediento,
cruel vileza, penumbra alargada
que se apoderó de tu sosegada
vida y de tu fraternal aliento.
¡Maldito cuarto!, ¡mil veces maldito!
Dejaste el alma y se fue la vida,
¡Cuánta sinrazón y por eso grito!.
Mas, amigo, no hay despedida,
tú sabes que todo está escrito,
y algún día, me darás tu acogida.
A Antonio, un ser maravilloso.
OBSESIÓN
¿Es tuya?, ¿Quién te lo ha inculcado?
Quizás, ¿Lo has visto toda tu vida?
¿Por eso ahondas cruelmente en la herida?
O acaso, ¿Es lo que te han enseñado?.
¿Es tuya?, ¿De verdad lo has creído?
¿Piensas? Cuando tu rostro encolerizas,
cuando el puño cierras, cuando el brazo alzas,
cuando la furia nubla tus sentidos.
¿Pides perdón?, ¿Por qué te arrodillas?
¿Por qué acaricias su cara ensangrentada?
¿Por qué le dices que es la última vez que la mancillas?
Dale una respuesta, dile por qué la tienes encadenada,
aparca tu ira, tus celos, baja tu mano, acaricia su mejilla
y luego vete, que no vea más tu cara endemoniada.