Me gusta tu mirada perdida,
ésa que de pura herida.
Me gustan tus ojos rasgados,
tan brillantemente en paz,
sosegados.
Me gusta tu expresión maldita
que infinita embruja, ella sostenida.
Me gusta tu pelo, tu cabello
suelto al sol, revuelto en un destello.
Me gusta, me gusta,
me gusta como ninguna
tu rosa sincera sonrisa.
Me gustan tus silencios de hielo,
me gustan tus gritos de hierro,
me gusta ese preciado momento
en el que al verte no miro y me contengo.
Me gusta, me gusta
tu sabor, tu olor me gusta.
Me gusta imaginarte,
con el pensamiento tocarte
y moldearte con mi arte,
me gusta, me gusta.