CARTA DE AMOR ** José Antonio Espinosa **  

Publicado por: Pandora

Este escrito fue el segundo premio del concurso municipal de cartas de amor en el año 2007.


Te escribo sin saber muy bien dónde te encuentras. Con la duda de ser recordado, pero con la desesperada certeza de que mis palabras me alejarán por momentos de la fría realidad por la que deambulo perdido.

Las noches aquí son inmensamente solitarias. Las horas pasan lentas. El amanecer casi no llega. El verano asfixia, el invierno congela y entumece. Por seguridad apenas duermo, pero sí te sueño.

La gente me mira y susurra; sin embargo, yo sólo te pienso en secreto, y callo.
A veces, mi reflejo en el cristal de un coche me sobrecoge. Estoy más delgado, mis pelos casi rozan los hombros y hasta tengo un poco de barba. Como poco -lo que puedo y dejan-, pero leo mucho. El consumismo desbordado hace que cada semana encuentre algún libro por ahí. Ahora el tiempo libre no es excusa, la prisa ya no existe, y sé que siempre quisiste que leyera.

Mi futuro es horrible, pero no quisiera rendirme aún. Me pego por no haberte seguido en aquellos años, por no escucharte. Decías que debía pausar mi ritmo de vida, que si no, el mundo me tragaría pronto. Y así fue. En cambio, tú estás ahí, en lo más alto. Tus ganas, tu fuerza de voluntad y –como dije siempre- tu excesivo miedo al fracaso te han llevado donde querías, y hoy supongo que serás tremendamente feliz. No puedo evitar imaginarte rodeada de muchachos, esforzándote por explicar quién era Quevedo e invitándoles a que disfruten de García Montero.

Quiero que sepas que tengo tatuado en cada árbol de mi plaza tu nombre y el mío. Que cada noche que despierto miro al cielo con el pequeño consuelo de saber que es el mismo que tú miras. Que mi soledad es más llevadera tan sólo por tenerte presente en mi mente, en mi memoria.

El recuerdo es capaz de calmar el hambre, la sed. Pero la soledad es más insaciable, y no basta con los retales que me quedan de ti para que ésta se vaya.
El dolor y este silencio son indescriptibles. No queman, pero ahogan.
No pido que me entiendas, ni que te pongas en mi lugar. No te pido que me busques porque sé que no lo harás. Yo tampoco te buscaré a ti: mis alas ya se rompieron y mi fe cojea.

Te seguiré soñando cada día. Recordándote en cada libro. Pero no quiero oír tu voz, no soportaría verte sin poder besarte.

Hasta nunca.

This entry was posted at 13:15 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

Anónimo  

Una carta de amor desesperada. Una carta maravillosa e inolvidable.

18 de mayo de 2010, 23:03

Publicar un comentario

Las imágenes utilizadas en esta página aparecen publicadas en Flickr.

Licencia

Creative Commons License Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.