Dime, estrella errante de mi alma ¿Qué galaxia te cautivó hasta el punto de romper la relación que manteníamos? Esa en la que yo te contaba mis secretos más íntimos y tú me respondías con el brillo de tu luz, esa que con sus guiños nos hacía mantener un diálogo de enamorados que ni la distancia ni el tiempo pueden borrar... y una noche, sin más, me dejaste.
Universos infinitos he recorrido, estrella fugitiva, buscando de nuevo tu brillo, perdido una noche de nubes y tormenta que borró de mi alma el fulgor de tu presencia.
Te he perseguido a través de espacios infinitos, extraviado en mi ensueño, hurgando en lo más recóndito de mundos desconocidos, donde siempre, desesperado, me he perdido en la busca de tu camino.
Vuelve, por favor, estrella errante, faro de mi noche y luz que me da la vida. Llévame de nuevo contigo al firmamento de la alegría, ilumina mi espíritu con el brillo de tu mirada y funde, en una sola, nuestras almas en tu eternidad.
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